Al igual que muchas cadenas de bloques, las transacciones en la red Dash se protegen mediante un método criptográfico conocido como minería de prueba de trabajo (PoW). En este proceso, los potentes procesadores informáticos buscan soluciones a un problema matemáticamente difícil definido por el algoritmo de hashing X11.
Este algoritmo, desarrollado por el fundador de Dash, Evan Duffield, y basado en once de las técnicas criptográficas más seguras conocidas hasta el momento, tenía la intención de reducir el consumo de energía y garantizar la distribución más justa de Dash durante los primeros años de la red. A diferencia de Bitcoin, que se basa en un solo algoritmo, X11 también está diseñado para proporcionar protección contra cualquier debilidad futura descubierta en una o más de las funciones hash. Hoy en día, la minería es una industria altamente profesionalizada impulsada por potentes granjas de servidores ASIC en todo el mundo que trabajan para asegurar la red Dash.